Mucha gente siente que es imposible comer para gozar de una buena salud sin gastar una fortuna, pero la dietista y educadora en diabetes Rachel Taft nos comenta que eso es simplemente falso. Con la mentalidad correcta y algunas estrategias prácticas, las comidas nutritivas pueden ajustarse a cualquier presupuesto.
Desmintiendo los mitos sobre las comidas “saludables”
Un obstáculo importante para una alimentación saludable y asequible es la oleada de mitos promovidos por la “cultura del bienestar”. Mensajes como “solo compra alimentos orgánicos”, “evita los alimentos procesados” y “lo fresco siempre es mejor” pueden hacer que la gente gaste más de lo necesario, o peor aún, que evite por completo los alimentos saludables porque parecen demasiado caros.
Rachel enfatizó que la clave real para una alimentación saludable es el equilibrio, no seguir reglas estrictas o costosas. Es mucho mejor comer más verduras en cualquier presentación que funcione para tu presupuesto que no consumirlas porque no puedes pagar la versión “perfecta”.
Los alimentos enlatados y congelados merecen un lugar en tu mesa
Las verduras, los frijoles y los mariscos enlatados son económicos, tienen una larga vida útil y están llenos de nutrientes. Elegir opciones bajas en sodio o sin sal añadida y enjuagarlas antes de usarlas las hace aún más saludables. Rachel señaló que el atún o el salmón enlatado, por ejemplo, pueden proporcionar los beneficios del marisco como proteínas y grasas saludables a una fracción del costo del pescado fresco.
Los productos congelados son otra excelente opción. Las frutas y verduras se suelen congelar en su punto máximo de madurez, reteniendo los nutrientes, y duran mucho más que las versiones frescas. La coliflor, el brócoli o las frutas rojas congeladas se pueden sacar siempre que los necesites, ahorrando dinero y evitando el desperdicio.
Los alimentos procesados también pueden ser saludables
No todos los alimentos procesados no son saludables. Rachel señaló que muchos alimentos básicos nutritivos, como la pasta a base de frijoles o el tofu, son técnicamente “procesados” pero proporcionan fuentes asequibles de proteínas y fibra. Si evitamos completamente los pasillos intermedios del supermercado, nos perdemos opciones convenientes, saludables y económicas. Para más información sobre los alimentos ultraprocesados que se nos sugiere evitar, lee este artículo.
La verdad sobre los productos orgánicos
Las frutas y verduras orgánicas pueden sonar más saludables, pero la investigación muestra que contienen casi los mismos nutrientes que los productos cultivados de forma convencional. El consejo de Rachel es simple: compra las frutas y verduras que puedas pagar, lávalas bien y no te preocupes por la etiqueta. Lo que más importa es comer productos de forma constante, no si son orgánicos.
