Es posible que hayas oído la frase “Una diabetes bien controlada es la principal causa de… nada”. Sin embargo, si el nivel de glucosa (azúcar) en sangre es constantemente alto, puede afectar tanto a los vasos sanguíneos pequeños como a los grandes, dañando la circulación y debilitando las paredes de los vasos sanguíneos. Esto aumenta el riesgo de sufrir un infarto, un derrame cerebral, daños en los nervios y complicaciones en los ojos y los riñones. También puede afectar a tu salud bucodental, perjudicando tus dientes y encías.
Aquí tienes cinco cosas esenciales que debes saber sobre la diabetes y el cuidado dental que te ayudarán a mantener una sonrisa sana y fuerte:
Los niveles altos de glucosa (azúcar) en sangre están relacionados con diferentes problemas en la boca. Pueden provocar inflamación. También pueden debilitar los glóbulos blancos, lo que dificulta combatir las infecciones. También pueden provocar sequedad bucal, lo que permite que las bacterias se adhieran más fácilmente a los dientes y las encías, causando caries y enfermedad de las encías. Los cortes o heridas pueden sanar más lentamente. Cuando los niveles de glucosa (azúcar)en sangre son altos, también lo serán en la saliva. Esto provoca el crecimiento de bacterias dañinas, lo que resulta en más caries dentales y enfermedad de las encías.
La enfermedad de las encías es más común en personas con diabetes. Los signos de la enfermedad de las encías incluyen encías hinchadas, sangrantes o retraídas, dientes flojos o perdidos y mal aliento constante. Si notas un poco de sangre en el lavabo al enjuagarte la boca o en el hilo dental, eso también es un signo de gingivitis o enfermedad de las encías en etapa temprana. Mantener los niveles de glucosa en sangre en el objetivo, el autocuidado regular y las revisiones dentales pueden evitar que avance a periodontitis o enfermedad de las encías avanzada.
Mantener el A1C en el objetivo es clave. Para la mayoría de las personas, la meta debe ser un A1C menor a 7. Tu médico o proveedor de atención médica te indicará si tu meta es diferente. Si no mides tus niveles de glucosa en sangre con un medidor de glucosa en casa (o medidor continuo de glucosa) quizá se te recomiende hacerlo.
El autocuidado reduce el riesgo de problemas. Se recomienda cepillarse los dientes dos veces al día (durante dos minutos). Utiliza un cepillo de cerdas suaves, ya que un cepillo demasiado firme puede desgastar el tejido de las encías. Tómate el tiempo para usar el hilo dental al menos una vez al día. Esto es importante para evitar que la placa y las partículas de comida se acumulen entre los dientes y a lo largo de la línea de las encías. ¿No eres fan del hilo dental? Prueba un hilo dental con mango o un dispositivo interdental (un cepillo diminuto diseñado para llegar a lugares que un cepillo de dientes normal no puede). Haz cualquiera de estas cosas antes de acostarte, si lo haces solo una vez al día. Pregúntale a tu dentista si debes usar un enjuague bucal antibacteriano (como Listerine o Cepacol).
Las limpiezas y revisiones dentales de rutina son importantes. Dependiendo de la salud de tus encías, tu dentista probablemente recomendará limpiezas cada tres a seis meses. Asegúrate de informarle a tu dentista sobre cualquier cambio en tu salud o medicamentos, ya que ambos pueden afectar tu salud bucal, como los síntomas de sequedad bucal. Sé proactivo. Si no estás seguro de si tu dentista está revisando tus encías cuidadosamente, pregunta: “¿Cómo se ven mis encías?” así como “¿Podría por favor imprimir mi último informe de sondaje periodontal para que comprenda mi condición?” Puede que necesites ver a un especialista en encías llamado periodoncista.
Si bien la diabetes puede presentar algunos desafíos adicionales para tu salud bucal, mantener el A1C en el objetivo, junto con el autocuidado regular y las revisiones dentales, puede ayudar a reducir el riesgo de problemas. Con el cuidado adecuado, tus dientes pueden durar toda la vida.
La información médica en el sitio web de Diabetes – ¿Qué Debo Saber? se proporciona solo como un recurso informativo. El contenido no tiene la intención de ser, ni debes depender de él como un sustituto de una evaluación médica profesional, diagnóstico, consejo y tratamiento.
